Luego de comenzar esta aventura de dar valor a lo nuestro para mostrar al mundo, nos hemos encontrado con realidades tan diferentes y geográficamente tan cercanas a nuestra vida urbana, colapsada de carros, apuros y necesidades creadas. Más allá de las montañas y a la vuelta de varias curvas cerradas, muchos huecos, hundimientos y carreteras parchadas y reparchadas, hay un mundo con grupo de gente muy sencilla, que no quiere decir atrasada o aletargada, sino gente que se conforma con un vaso de chicha (de la bien fermentada), una danza o el trabajo familiar bien organizado.

Mucho que aprender para una sociedad acostumbrada al facilismo, a tener todo rápido y no saber esperar.

Trabajamos con comunidades en la Amazonía con ingresos inferiores a $50 al mes por familia, muchas de ellas compuestas de más de 5 miembros. Y, nos preguntamos ¿cómo alguien vive con ese ingreso? Quizás es suficiente ya que la alimentación la toman de su propio entorno natural; la pesca y el cultivo de sus “chacras”.

En este afán de mostrar nuestra exuberancia al mundo, dimos valor agregado a un fruto tan común en la mesa ecuatoriana: el plátano. No se trata del plátano obtenido de grandes extensiones, del monocultivo ni de la tierra exhausta sino del plátano sembrado en esas pequeñas comunidades combinado con los frutos, complemento natural de una agricultura tradicional de pequeñas fincas.

Orgullosamente hoy, luego de 6 años de trabajo intenso tenemos ya 3 comunidades con quienes trabajamos permanentemente y 5 comunidades en proceso de conversión hacia una agricultura 100% orgánica y sustentable en el largo plazo.

Hemos eliminado los intermediarios que ingresan a las zonas más remotas de nuestra Costa y Amazonía a pagar precios irrisorios.

Pagamos precios justos permanentes y les brindamos estabilidad a largo plazo. Nuestros agricultores aliados no utilizan pesticidas ni sustancias tóxicas para la salud y el medio ambiente. Napo, Orellana, Sucumbíos, Pastaza, Manabí, Los Ríos, Pichincha, Guayas, Santa Elena y Zamora son las provincias en donde se encuentran nuestras comunidades de agricultores serios y comprometidos con la agricultura orgánica en todas sus etapas: siembra, fertilización, cosecha , pos cosecha, acopio y logística hasta la llegada a nuestra instalaciones.

En resumen, nuestras cifras: 8 comunidades 10 provincias 3050 hectáreas 8000 personas beneficiadas 200% incremento en el nivel de ingresos 1300 pequeños agricultores orgánicos